miércoles, 19 de marzo de 2014

 La canción tocada por el mismo Diablo (El trino del diablo)

Como es sabido, el Diablo es un violinista, condenadamente bueno. Y esto porque el Infierno es también, a su modo, un reino musical.
A lo largo de la historia, muchos han sido seducidos por ese mágico instrumento, poseedor de una connotación más demencial que ningún otro: el violín.
Como ya les mencione en ESTE POST, Niccoló Paganini, es una referencia obligada cuando se habla de el, por su legendaria historia.
Pero existe una pieza, que engloba una gran parte de la leyenda diabólica, sino del talento del diablo en si: “El trino del Diablo”, de Guiseppe Tartini.


Para hablar de la obra, debemos hablar un poco de la vida de Tartini, Nace en Padua, al norte de Italia, el 8 de Abril de 1692.
Destinado a la carrera eclesiástica por su familia, en 1713 colgó los hábitos para casarse con una joven de modesta condición, aunque protegida del cardenal Cornaro de Padua, circunstancia que le granjeó la enemistad con aquél. Se tuvo que refugiar en el monasterio de Asís, irónicamente, es ahí, en un monasterio, donde compuso una de sus obras más célebres, El trino del diablo.

“Una noche, en 1713, soñé que había hecho un pacto con el Diablo y estaba a mis órdenes. Todo me salía maravillosamente bien; todos mis deseos eran anticipados y satisfechos con creces por mi nuevo sirviente. Ocurrió que, en un momento dado, le di mi violín y lo desafié a que tocara para mí alguna pieza romántica. Mi asombro fue enorme cuando lo escuché tocar, con gran bravura e inteligencia, una sonata tan singular y romántica como nunca antes había oído. Tal fue mi maravilla, éxtasis y deleite que quedé pasmado y una violenta emoción me despertó. Inmediatamente tomé mi violín deseando recordar al menos una parte de lo que recién había escuchado, pero fue en vano. La sonata que compuse entonces es, por lejos, la mejor que jamás he escrito y aún la llamo "La sonata del Diablo" allowscriptaccess="always" allowfullscreen="true", pero resultó tan inferior a lo que había oído en el sueño que me hubiera gustado romper mi violín en pedazos y abandonar la música para siempre....”

Prosiguió con su vida y su carrera, y en 1726, Tartini inició una escuela de violín que atrajo estudiantes desde toda Europa. 
Continuo componiendo y escribiendo tratados sobre armonía y acústica, hasta su muerte, el 26 de Febrero de 1770, pero jamás fue capaz de igualar la belleza de su obra maestra: El trino del Diablo…

Si quieres escuchar la melodía este es el link:
https://www.youtube.com/watch?v=_COlJMzQw6o

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